viernes, 27 de noviembre de 2009

The b$t&ch is back!

Hello,
OK, volví y, como dirían los villanos, esta vez para vengarme.  En esta ocasión, mi víctima será  la ciudad en la que estaba o sea Cali. Antes que nada, debo aclarar dos cosas: la primera que si bien esta ciudad me acogió para trabajar, estudiar y vivir eso no quiere decir que tenga que quedarme callada por algo que no me gustó y segundo, que esta es una serie de críticas paulatinas que podrian afectar susceptibilidades pero que calma el alma, así que si no le gusta el tema y siente que le va a doler en lo más profundo de su corazón, no se moleste en leer. Con eso dicho, comencemos.

La sucursal del cielo


¡Ahh! claro, todo el país, toda Colombia sabe que Cali es llamada "La sucursal del cielo", pero ¿por qué? ¿acaso alguien ya fue al cielo y volvió? y ¿sabe cómo es? Porque según la descripción sobre el cielo que Dante o la Biblia hacen, nada tiene que ver con este lugar; razones... ¡muchas! Primero, hace un calor más bien infernal, sobre todo en julio y agosto donde la ropa sobra y ni siquiera tirarse al piso refresca, entonces, hay que comprar ventilador o aire acondicionado que gasta energía y les acaba el agua que ya no tienen... Lo cual me lleva al segundo punto: es un valle, es decir, hay una vertiente hidrográfica principal (el río Cauca) y otros ríos menores que lo alimentan, entonces, ¿cómo es posible que cada vez que llueva corten el servicio de agua? es contradictorio y ¿cómo es posible que si no llueve, también? y lo peor de todo: se hacen llamar ciudad... les quedó grande el título, al menos una ciudad pequeña (la cual los caleños no reconocen como  ciudad como tal) tiene un servicio de acueducto decente sin la necesidad de estar en un valle con una fuente hídrica importante.  ¡Qué vergüenza! Tercero: ¿sucursal del cielo? ¿por qué? ¿por qué tiene una "luna"? o mejor toda la ciudad es una luna ¡¡¡llena de cráteres!!!!, es imposible transitar por sus calles sin terminar con el amortiguador del carro o de la moto dañado o en un accidente de tránsito por andar evitando esos abismos  del asfalto.  Es el colmo que en los mejores barrios es en donde hayan más huecos, se supone, en nuestra idiosincrasia colombiana, que es al pueblo al que le toca aguantar este tipo de situaciones, pero ¿que la burguesía también sufra por eso? o es que ¿es a propósito para probar las camionetas todo terreno? y en cambio, en las zonas marginales (aunque también se encuentran este tipo de hoyos negros) hay calles casi perfectas, supongo que ¿para que no les duela al caminar descalzos? Bueno, como dicen ahora, "ahí se las dejo".  Hasta la segunda parte.